Esto no es fácil, nisiquiera es real, repito: No es real. Nisiquiera es real por estar dentro de mi, por formar parte de mi. Como un hueso atascado en el esófago. Un hueso muy dulce que no duele, pero que deseas o bien sacar, o bien tragar. Dentro o fuera, aquí, en la línea, en el borde de esas dos dimensiones, de esos dos mundos, esos dos futuros posibles, aquí no se puede estar.
¿No se puede estar?. Palabras comprensibles y sentimientos incomprensibles. Estas no me sirven para expresar lo que deseo expresar. Lo que siento se resume en deseos, impulsos para la acción. Emociones, recuerdos, una realidad construida.
Pero entonces soy feliz, respiro con tranquilidad, la respiración consciente de la ternura, del amor. Parece que floto, es tan maravilloso que solo espero que no se rompa nada.
Y luego apatía, soledad, incomprensión, envidia, sentirme sola estando rodeada de tantísima gente. No tengo confianza con nadie, miedo de expresarme, de moverme con naturalidad, de que no me comprendan, de que la columna que parece sustentar mi vida se desmorone.
En el fondo siempre deseé que lo hiciera, siempre quise vivir en ruinas para tener un motivo real por el que quejarme. Para encontrarme.
¿Por qué toda vida pasada parece mejor?, ¿por qué ese pesimismo ante el futuro?, ¿acaso me he quedado encerrada en esas ideas convencionales?, ¿Dónde están los que se supone que me han de acompañar?, ¿Dónde está esa persona con la que puedo expresarme sin miedos?.
No se cuando fue, pero en algún momento de mi existencia elaboré un amigo invisible que me acompañaría a cada lugar y en cada momento, que estaría ahí siempre que lo necesitara, para protegerme, para enseñarme, para animarme y para paliar mi horror a la soledad.
Hoy, con 19 años me pregunto dónde está ese duendecillo ahora que lo necesito tanto, y lo que es peor, me pregunto por qué aún parece que lo necesito.
No es fácil, nisiquiera es real, repito: No es real.
Nisiquiera es real por estar dentro de mi, por formar parte de mi.
Nisiquiera es real por estar dentro de mi, por formar parte de mi.
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